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Puede que no seas fan de Windows 8 pero te haya venido preinstalado en tu nuevo portátil. Si es así estás de suerte porqué no tienes motivos por los que «comerlo con patatas», puedes hacer el downgrade sin tener que formatear.

No vamos a entrar en las razones por las cuales no te ha convencido Windows 8 (quizás creas que no te es totalmente útil o no te guste) pero independientemente de los motivos que tengas hoy te vamos a proponer una salida viable a tu problema.

Algunos PCs con Windows 8 traen derechos de downgrade y permite cambiar de Windows 8 Pro a Windows 7 Pro instalándolo por encima de tu sistema operativo actual.

Para realizar este paso necesitas un disco de instalación original de Windows 7 y una clave que funcione (de W7 Professional). Una vez realizado el paso tendrás que llamar a Microsoft para activar tu copia de Windows 7 por teléfono. Podrás realizar el downgrade en varios PCs con el mismo Key.

No todos los PCs permiten realizar el downgrade ya que no todos vienen con estos derechos. Puede ser un poco complicado asegurarte de si realmente tienes estos derechos pero puede ser una alternativa viable a comerte el Windows 8 con patatas. Si quieres más detalles sobre el proceso los tienes en la web de Microsoft.